lunes, 30 de marzo de 2020

Actividades de 3°A Matemática y prácticas del lenguaje .Seño Vanesa


Bienvenidas familias a esta nueva forma de comunicarnos. A través de este medio les iremos acercando las actividades de 3° A. Gracias por acompañarnos, que tengan una linda semana. Un abrazo 


Actividad N°1(30-3)

1. Juego 

Armar números con dados. 

Para jugar muchas veces

Se juega de a dos o más jugadores. Necesitas 4 dados, el cronómetro de un celular, lápices y papeles para anotar. 

Se tiran los dados y cada jugador anota todos los números que se le ocurren combinando los que salen en los dados hasta que termina el tiempo indicado en el cronómetro, por ejemplo, puede ser un minuto. Por turnos, cada uno lee los números que armó. Mientras uno lee, los otros jugadores controlan los números que armaron y si tienen escrito el que se leyó dicen “LO TENGO” y lo marcan con una cruz. Cada jugador se anota el puntaje que corresponde a esa tirada en una tabla: si el número no tiene cruces, vale 5 puntos; si tiene cruces, vale 1 punto. 

Gana el jugador que al cabo de tres tiradas consiga la mayor cantidad de puntos.
          
               A-   Antes de jugar deberás armar los cubos para los dados con ayuda de un familiar.

Pasos a seguir:

1-Copia esta plantilla del cubo en un papel, cartulina o cartón.



2-Recorta la plantilla del cubo con unas tijeras.




3-Dobla por todas las líneas de la plantilla. Intenta montar el cubo antes de ponerle pegamento para        tener claro dónde va cada pestaña.


4-Pon pegamento en una de las pestañas y pégala en el lugar correspondiente. Presiónala con los           dedos para que quede bien pegada. Haz lo mismo con las otras.

5-¡Ya tendrás hecho tu cubo!
6- Por ultimo dibújale en cada uno de sus lados los puntitos que correspondan del 1 al 6.

B-Juega con tu familia cuantas veces quiera. (La primera vez solo usa 3 dados).

C-Después del juego escribe en tu cuaderno los números que pudiste formar y escribe sus nombres.

Actividad  N°2(31-1)
A-  Usando los números de la actividad N°1 ordénalos de mayor a menos.

B- Lee y une cada número con su nombre.

350                                          Novecientos
900                                          Trescientos cincuenta                                   
750                                          Quinientos sesenta
560                                          Setecientos cincuenta
830                                          Seiscientos diez
610                                          Ochocientos treinta

Actividad N° 3(1-4)
      A-   Volvemos a jugar  en familia, pero esta vez usamos los cuatro dados.
     B-  Juan y Ana jugaros   con cuatro dados. Juan escribió en su hoja los números por sus nombres y Ana con números. Anota las cruces en donde ellos dijeron lo “TENGO”.

  Juan                                        Ana

Mil quinientos diez                                      Dos mil seisciento

Tres mil cuarenta                                            Cinco mil veinte                                                              
5.020

3.040

2.600

1.510

                                                             










Actividad N°4(1-4)

A-Juega con los dados armar números de la familia de los miles.

B-Escribe en tu cuaderno la mayor cantidad de números que pudiste formar con los dados.

C-Con ayuda de la familia léelos y escribe sus nombres.



Práctica del lenguaje 3°A

Actividad N°1

A-Me lee un familiar.

HALA, LA PRINCESA LUNA

 Esta es la historia de una pequeña princesa que soñaba con ser algo, simple y hermoso… la luna.

Cada día una pequeña princesa se paseaba por los jardines de su palacio sin motivos, simplemente para pasar el rato y no sentirse sola. Ella solo contaba con la presencia de su nodriza que la cuidó desde que era un bebé, ya que sus padres nunca estaban, debido que guiar a un pueblo era una carga pesada. Por lo tanto, esta pequeña princesa llamada Hala (en árabe significa hermosa) siempre se sentía sola.

Hala, sólo necesitaba el amor y la atención de las personas que la rodeaban, para no sentirse sola en ese inmenso castillo.

Al llegar la noche, Hala veía las estrellas y al mirar la luna por una extraña razón no se sentía sola. Ella tenía la curiosidad de saber que se sentía ser ella. La luna podía ver cada rincón del planeta y alumbrar el camino de sus habitantes, sabía cada secreto de cada una de las personas que trataban de esconderse en la oscuridad. Sin embargo, la luna podía ver las lágrimas de amores perdidos o sonrisa de felicidad de un niño.


Hala, al salir el sol se despertaba llena de ilusión al saber que algún día podría salir de ese castillo, donde ha estado encerrada toda su vida, pero al fin el día llegó. En su caminata habitual por los jardines, el jardinero olvidó poner el seguro de la puerta de servicio donde entraba el personal. Hala, curiosa abrió la puerta y su sorpresa fue inminente, no supo qué hacer… por unos segundos quedó quieta, su corazón se agitaba, ella no lo podía creer. Hala, respiró profundamente y comenzó a caminar, temerosa pero con coraje siguió el camino que la condujo a un carruaje donde el sirviente iba al pueblo a surtir los alimentos para la cena de ese día. Mientras ellos acomodaban las cosas, ella huía en silencio. Llegando al bosque, corrió con todas sus fuerzas tratando de dejar esa tristeza atrás que tanto llevaba en su corazón.

Cuando sus energías se agotaron, se dio cuenta que había un pequeño poblado, unas cuantas casas, pero ella no le importó y siguió su camino. Hasta que algo llamó su atención, vio en una pequeña casa mucho movimiento, de donde salían niños corriendo y felices. Ella los miraba con asombro y curiosidad tratando de indagar la razón de la alegría, ya que no sabía que era ese sentimiento. Hala, entró al lugar y observó que se trataba de una escuela. Asombrada vio que el lugar era pobre y humilde, y que los niños aún así eran felices en su escuela. Ella no supo la razón, ya que siempre ha estado llena de lujos y le habían enseñado que esa era la felicidad. Hala, siguió con su curiosidad hasta que vio a un muchacho que giró y la observó con cuidado.

Hala, era una joven de 15 años, realmente hermosa y muy fina, lo cual sorprendió a este joven. Ella también lo miró detalladamente, miró esos ojos azules que se iluminaban con cada parpadeo, su hermosura también era indescriptible. Él se acercó a saludarla y ella sonrojada se fue corriendo. Ella no sabía qué era lo que le pasaba pero solo quería salir corriendo y dejar de pensar en esos ojos azules que entraron en lo más profundo de su mente. Aquel joven la alcanzó en medio de bosque y tomó su mano. Él sabía que ella era una princesa, lo supo desde que la miró a los ojos viendo su inocencia. Él no dijo nada, solo le regaló un collar que siempre llevaba en forma de luna. Hala, agradecida lo tomó y siguió su camino.


En su regreso al castillo, nadie había notado su ausencia pero era obvio que algo había cambiado en ella. Al llegar la noche, como siempre ella miraba la luna, pero esta vez, ella le habló a la luna preguntando quien era aquel muchacho, porqué le regaló ese collar si era lo único de valor que tenía aquel joven.

Pasaron los días, ella nunca se quitaba aquel collar, era recuerdo de aquel muchacho. Pero con el paso del tiempo, la tristeza volvía porque ella no podía verlo ni saber de él, 15 ni de los niños alegres corriendo alrededor. Aquellos recuerdos sólo fueron un momento inolvidable de alegría que vivió por unos segundos. Hala, intentaba escapar, pero siempre fue en vano. Ella nunca supo la verdad. Pasaron los años y ella siguió su vida, hasta llegar a ser una gran reina. Gobernó sin tanto lujos, al contrario, toda su fortuna la usó para ayudar a su pueblo, ya que aquel día comprendió que la alegría no es por la cantidad de dinero, sino por compartir el amor, ser humilde de corazón y el tener el gusto por compartir y ayudar a todas las personas sin importar el nivel social. Su pueblo entendió la enseñanza que ella había dado. Ser humilde no significa pobre, sino rico en sentimientos y sí cada uno es bueno con los demás, siempre llegan recompensas en todos los aspectos. El pueblo nunca fue pobre, al contrario, fue un pueblo lleno de esplendor.

Un día, ella ya con cabello canoso decidió ser luna, y simplemente se quedó en un profundo sueño rodeada de las flores del jardín. Ahora, cada noche podía ver a su amado. El joven, simplemente supo que la luna siempre lo iluminaba y dibujaba en su exterior una sonrisa y calidez. Pasaron los años, él también siendo un anciano nunca dejó de mirar la luna, que le traía paz, hasta que un día él se volvió la estrella que destella junto a la luna. Así, cada noche Hala y el joven misterioso, se unieron en lo profundo de la noche, siguiendo gobernando aquel pueblo y que además iluminaban cada lagrima o sonrisa de las personas en este mundo.
                                                                    FIN


 – Moraleja del cuento: Un momento de alegría puede cambiar nuestro pensamiento. Los lujos y las riquezas no son lo que llenan la vida, sino el amor, amistad, compañía y humildad hacen a una gran persona. Siempre los sueños se hacen realidad.
Angy Brito

B –En tu cuaderno escribe que fue lo que más te gusto del cuento.

Actividad N° 2

A-Leo solo


A LA LUZ DE LA VELA

 A Juan le costaba recordar la última vez que había hablado con su padre desde que le habían cambiado de trabajo.
 Durante la semana, cuando su padre llegaba a casa, Juan ya estaba acostado y los fines de semana era raro que no tuviera que pasar también por la fábrica.
A pesar de los esfuerzos de su madre, padre e hijo apenas se hablaban, ya que cuando estaban juntos, uno se sentaba en el salón a ver la televisión y el otro se encerraba en la habitación con el ordenador.
Aquel domingo era de los pocos que su padre no trabajaba, así que la madre de Juan aprovechó la tarde para ir a visitar a una amiga. Había oscurecido ya cuando de repente, un apagón dejó a oscuras la casa, al niño sin ordenador y al padre sin televisión.
Al rato, como no venía la luz, Juan salió de la habitación aburrido pero también asustado, pues la oscuridad le daba miedo y se sentó en el sillón junto a su padre. Así continuaron los dos, esperando y esperando, y como seguían a oscuras, decidieron buscar una linterna roja que tenían guardada para esas ocasiones.
 No la encontraron, pero de tanto buscar y buscar, consiguieron una vieja caja de cerillas y una vela con la que pudieron iluminar el salón un poco. Con la excusa de encender la vela, el niño y su padre se pusieron a hablar y así pasaron juntos el resto de la tarde, riendo y hablando, tumbados en el sofá, hasta que volvió la luz.
 Entonces, Juan se levantó rápidamente y apagó todas las luces de la casa, la televisión y por supuesto el ordenador para poder continuar disfrutando de la compañía de su padre a la luz de la vela.
Por la noche, cuando su madre regresó se sorprendió al encontrar la casa a oscuras y al niño dormido en el sillón.
El padre le explicó todo para tranquilizarla y mientras le daba un beso en la mejilla, le susurró al oído, muy bajito para no despertar a Juan: – “¡Mañana le pediré al jefe volver a mi antiguo trabajo!” 

                                                    FIN

Moraleja del cuento: Hacer cosas juntos padres e hijos une y permite disfrutar los unos de los otros.             Isaac Pérez Vega

B-Realiza un dibujo sobre el cuento

4to. B, C, 5to, B, C.🎨 PLÁSTICA PROFE LEAN🎨ACTIVIDAD NO PRESENCIAL

 HOLA, GENIOS/AS DEL ARTEEEEEEEEEEEEEE